domingo, 31 de octubre de 2010

Muertos y difuntos

Hasta los años 30 - 40 del siglo XX era habitual hacer fotos a los familiares muertos, sobre todo si no se tenía ninguna foto de ellos en vida. Esto era especialmente frecuente con niños pequeños.

1900 - 1970 aprox. “El niño que muere antes de tener uso de razón recibe el nombre de ‘albat’.

Cuando las campanas de la iglesia del pueblo tocaban a muerto, la gente prestaba especial atención a su sonido. El repicar se prolongaba todo el tiempo que el sacristán considerara oportuno. Luego había un ágape. Despues del entierro el vecindario acudía a casa de la familia y no se le decía el acostumbrado “te acompaño en el sentimiento” sino “ ya tenéis un angelito en el cielo”. Y luego venía una merienda. A veces incluso baile.

Bernat Capó. "Costumari Valencià". 1992


En los entierros de tercera clase, sobre el ataúd solo se pone un cobertor y a la casa solo acude el sacristán.

Los de segunda los preside un cura acompañado de dos acólitos. la misa es más larga y todos los gastos corren por cuenta de la familia

En los pueblos y barrios se avisa de que hay un muerto mediante toques de campana: un toque menos para las mujeres que para los hombres.

1953.- “Está prohibido el matrimonio a la viuda durante los trescientos un días siguientes a la muerte de su marido o antes de su alumbramiento, si hubiere quedado encinta, y a la mujer cuyo matrimonio hubiera sido declarado nulo en los mismos casos y términos, a contar desde su separación legal”

Calificacion y procedimiento en delitos y faltas. Américo Puente.


1910 - 1920.- "El luto de viuda se conserva dos años; muy riguroso todo el primero; algo menos los seis meses siguientes y casi de alivio, aunque siempre de negro, el último medio año. En este periodo de tiempo se permite el uso de encajes, azabaches, galones y demás adornos que se habrían excluido en los dieciocho primeros meses.

El primer año solo se usan telas de merino o crespón y los guantes de lana; después las telas pueden ser menos severas y los guantes de seda o piel. En los últimos seis meses debe desaparecer gradualmente el luto, y al expirar el segundo año el color negro deja su puesto al gris obscuro o al negro y blanco; pueden usarse flores en los sombreros y algunas joyas.

La servidumbre de una viuda debe llevar las mismas gradaciones. Las mismas etapas se observan en los lutos de padre, madre, hermano, etc.

Los lutos de padre duran año y medio; el de abuelo y el de hermano un año; tíos, seis meses, y el de primo o sobrino, tres.

Mientras dura la primera mitad del luto deben excluirse toda clase de diversiones. En la segunda mitad puede asistirse a paseos, conferencias serias, sesiones musicales, etc. y se pueden recibir y devolver visitas, hasta tornar por completo a la normalidad de la vida."

"Las hijas bien educadas" p. 209. María Atocha Ossorio. sin fecha.


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