martes, 12 de octubre de 2010

Radio oyentes, radio hablantes

Coplilla publicada en 1925, en algún periódico, por M.Pastor Mata:

¡Oh la radiomanía!/ Mi amigo don Eladio / tiene a la radio / tal afición, / que pasa noche y día / con la manía / de la audición / Para ser radioescucha / trabaja y lucha / con tanto afán / que siguiendo el camino / de su vecino/ (que es sacristán) / con el hilo, la antena / y la galena / que se compró / un soberbio aparato / bueno y barato / se construyó / Ahora se desespera / pues el quisiera / radioescuchar/ y o no da con la clave / o es que no sabe / sintonizar / Pero el pobre se aburre / porque le ocurre / un caso atroz: / no sabe lo que pasa / pues a su casa / llega una voz / y arma un galimatías / todos los días / al dar las seis, / una ensalada rusa / algo confusa / como veréis: / el mejor chocolate / y el desempate / bien puede ser / cual todos los deseos / pronto Correos / vamos a ver / oh, señores oyentes / gafas y lentes / quieren comprar / la princesa encantada / de una estocada / la va a diñar" /.../ Aunque el buen don Eladio / tiene a la radio / gran afición / radioescucha tan poco / que acaba loco/ sin remisión..

Si. Esto es lo que parece: un permiso para tener receptor de radio en casa. Pero tiene su explicación: es que con la onda corta se podían oír emisoras extranjeras!

Consultorio del padre Venancio Marcos en Radio Nacional, 18 oct. 1953.

“...Un católico, partidario de Franco, debe mirar como a hermanos a los partidarios de otras ideas políticas, e incluso de otras ideas religiosas. Esto no quiere decir que tenga que dejarles hacer lo que se les antoje por eso de que son hermanos: a un hermano, cuando se vuelve loco, se le encierra en un manicomio, y cuando hace una canallada, se le castiga, que castigar es también una manera de amar, según aquello de que ‘quien bien te quiera te hará llorar’. Y no olvide que Jesucristo amaba a todos los hombres, pero cuando lo juzgó necesario, cogió un látigo y se lió a dar latigazos, dándonos a entender que dar latigazos también puede ser una manera de amar. Caballero, queda usted complacido. Y si desea más explicaciones pídamelas, otro día se las daré.”



Antonio de Armenteras. Cortesía y trato social. 1961

..... la radio a transistores como parte integrante del peatón. En eso nada hay que pueda ser tachado de descortés siempre que el que tiene interés en escuchar eso (toros, fútbol...) lo oiga a través de un pequeño micrófono de oreja.

Si el silbido suave y entonado, si la canción expresada sin desafinar, constituye en las calles y establecimientos públicos una descortesía, mayor aun lo será el uso de esos modernos transistores...”



Ana M. Calera. Prontuario de la mujer. eds Zeus. 1965

Después de la comida de la noche llega un amigo de visita. El señor Bretón tiene pasión por la televisión o por la radio. ¿Que debe hacer su mujer en ese caso? ¿Recibir a los amigos y, como si estuviera en una cueva secreta, hablando en voz baja para no perturbar la transmisión, introduciéndoles en la misma habitación donde se halla el receptor y donde el marido les acogerá con mal gesto? No; la señora no hará nada de esto si es discreta a no ser que desee hacerse desagradable a los visitantes, o quiere que la consideren una pobre esclava. Si su ascendiente con el marido no llega a poderle convencer de que cierre el aparato, recibirá a los amigos en el comedor, en el salón, en el despacho, en otra habitación cualquiera que no sea tabú. Los entretendrá con amabilidad hasta que el marido acabe con el programa y vaya a agregárseles. Y será evidente que él está mucho peor educado que ella, porque prefiere cualquier transmisión a los recién llegados, cosa que también hace con su mujer. Y así se complace en afirmar una vez más su autoridad de marido que prohibe al cónyuge moverse, suspirar y comentar mientras él se entretiene.

Y cuando los amigos vienen a comer a nuestra casa ¿Debe la radio quedarse puesta? No, es una falta poner obstáculos a las conversaciones, obligando a las personas a alzar la voz para ser oídos, aguzar el oído y esforzarse para hacerse comprender. “

1920: Aparecen las radios de galena

1923: Primera emisora en España

1930 Aparece Radio Valencia

1934: La programación de radio es de 21 a 24 horas

1936: Primera grabación en hilo

1946-47 Grabaciones en magnetofón

1947 Aparece el consultorio de Elena Francis

1944 Comienzan las diatribas del padre Venancio Marcos en RNE

1953 Aparecen las radionovelas de Guillermo Sautier Casaseca

1956 Transmisión de la boda del Príncipe Rainiero y Grace Kelly

1957 La Iglesia Católica advierte que la misa por radio no es válida

1960 Franco destina 8 millones de ptas a estaciones de interferencia de Radio Pirenáica.

1961 Aparecen en España las radios de transistores

1970 Se imponen las radionovelas Lucecita y Simplemente María.


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